Muy interesantes resultaron los distintos puntos de vista de los exmineros presentes, los representantes del movimiento conservacionista y las nuevas generaciones que viven de lo que ahora da la zona (el paisaje y el turismo asociado). Siempre desde posiciones distintas, pero contraponiendo sus opiniones desde el respeto, cada uno pudo sacar sus propias conclusiones.
Y por supuesto, permítanme la licencia, el paisaje espectacular. No por verlo más veces deja de parecérmelo. Único. Y no mejor que otros, sino distinto y original. Pero sobre todo, el mío, el nuestro, y nos gusta así, que le vamos a hacer.
Por último, un mensaje para aquellos que se acercaron a esta modalidad deportiva de baja intensidad por primera vez, recordándoles que esto es lo que solemos hacer, al menos lo intentamos, cada vez que periódicamente nos movemos por los rincones de nuestra tierra. Pasar un buen día de convivencia en el que descubrir parte de nuestro patrimonio, o al menos poner al alcance de todos nosotros las lindes de nuestro entorno más cercano, con todo el patrimonio natural e histórico que encierra. Y esto sobre todo, dedicado a los más pequeños, que son los que tendrán que conservarlo y enseñarlo en el futuro.
Gracias a tod@s por la participación y…. nos vemos en la ruta!!!
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